En Madrid astrónomos han hallado el par de agujeros negros más largo jamás observado: ¡23 millones de años luz!
La megaestructura, llamada Porfirión, se formó cuando el universo tenía solo 6,3 mil millones de años. Estos poderosos chorros, que emiten energía equivalente a billones de soles, provienen de un agujero negro supermasivo en una galaxia lejana. Este descubrimiento cambia nuestra comprensión de cómo los chorros gigantes impactan la formación de galaxias. ¡Porfirión podría haber influido más de lo que pensábamos en el universo joven!