
La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su inconformidad con Google luego de que la empresa adoptara el nombre «Golfo de América» en su aplicación Google Maps, en lugar de «Golfo de México». La mandataria anunció que enviará una carta a la compañía a través de la Cancillería, subrayando que la denominación de mares y océanos no depende de una nación, sino de organismos internacionales.
Durante su conferencia matutina del 29 de enero, Sheinbaum enfatizó la importancia de respetar las divisiones internacionales y explicó que el cambio en la plataforma de Google responde a un decreto firmado por Donald Trump el 20 de enero. Dicho documento instruye al Departamento del Interior de Estados Unidos a modificar el nombre del Golfo de México en la zona que colinda con Texas, Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida, extendiéndose hasta los límites marítimos con México y Cuba.
La Organización Hidrográfica Internacional (OHI), encargada de regular la nomenclatura de los mares a nivel global, no ha reconocido oficialmente el término «Golfo de América». Sin embargo, la Junta de Nombres Geográficos de Estados Unidos sí puede establecerlo como estándar para los mapas oficiales del país. En respuesta, Sheinbaum reiteró que un solo país no tiene la facultad de modificar la denominación de un cuerpo de agua compartido.
El cambio ha generado diversas reacciones, incluso dentro de Estados Unidos. En Florida, por ejemplo, el término «Golfo de América» ya ha sido utilizado en alertas meteorológicas recientes. Además, figuras como Elon Musk han respaldado la modificación, argumentando que el nuevo nombre suena «adecuado». Pese a ello, la postura del gobierno mexicano es clara: la designación de los mares debe regirse por normas internacionales, no por decisiones unilaterales.