La reciente confirmación de la Casa Blanca sobre la implementación de nuevos aranceles a México a partir del 1 de febrero ha generado preocupación entre economistas y expertos en comercio internacional. Investigadores del Instituto Peterson de Economía Internacional (PIIE) advierten que esta medida podría provocar una caída de hasta dos puntos porcentuales en la tasa de crecimiento del país. Según los especialistas, el impacto sería “catastrófico” debido a la estrecha integración económica entre México y Estados Unidos, lo que limitaría la capacidad de respuesta del mercado mexicano.
México, cuya economía depende en gran medida de las exportaciones, enfrenta un panorama complicado, ya que aproximadamente el 80% de sus envíos van dirigidos al mercado estadounidense. Investigadores como Warwick J. McKibbin y Marcus Noland subrayan que esta vulnerabilidad podría traducirse en una desaceleración significativa, afectando sectores clave como el automotriz, el acero y la industria agroalimentaria. Además, alertan sobre la posibilidad de que estas medidas comerciales impulsen un aumento en la migración ilegal hacia Estados Unidos, en contradicción con los propios objetivos de la administración de Donald Trump.
El presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), Gerardo Tajonar, estima que la probabilidad de que los aranceles se implementen oscila entre un 40% y 60%, dependiendo del avance de las negociaciones bilaterales. No obstante, sectores empresariales estadounidenses y legisladores podrían intervenir para frenar la medida, argumentando que esta afectaría cadenas de suministro esenciales y elevaría costos para los consumidores en ambos países. Tajonar también señaló que el T-MEC ofrece mecanismos para impugnar acciones unilaterales que pudieran violar los acuerdos comerciales.
Por su parte, el economista David A. Meier, de Julius Baer, advirtió que estas amenazas comerciales buscan presionar a México y Canadá en temas como migración y narcotráfico, además de reabrir la negociación del T-MEC antes de 2026. Si los aranceles entran en vigor, se prevé una reducción en las exportaciones mexicanas, una menor entrada de remesas y un debilitamiento del peso mexicano. Ante este escenario, expertos sugieren que el gobierno mexicano explore estrategias de diversificación comercial para mitigar el impacto de estas políticas proteccionistas impulsadas por la administración de Trump.