La estrategia de seguridad de la presidenta Claudia Sheinbaum ha tomado un giro significativo ante las presiones comerciales del expresidente estadounidense Donald Trump, quien asumirá nuevamente la presidencia de su país en enero próximo. Según Carlos Loret de Mola, en su columna «Historias de Reportero», este cambio busca enviar un mensaje claro a Estados Unidos de que México está combatiendo con firmeza el crimen organizado y el tráfico de fentanilo, una de las principales preocupaciones del gobierno norteamericano.
El periodista Loret de Mola destaca que Trump ha advertido la posibilidad de imponer aranceles del 25% a las importaciones mexicanas si no se toman medidas efectivas contra el flujo migratorio y el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo. En respuesta, el gobierno de Sheinbaum ha intensificado sus acciones, como lo demuestra el decomiso histórico de más de una tonelada de esta sustancia en Sinaloa, con un valor comercial estimado en 8 mil millones de pesos. Este operativo representa no solo un golpe mediático, sino también económico a las finanzas del cártel de los Beltrán Leyva, específicamente a la facción de Isidro Meza Flores, alias «El Chapo Isidro».
El periodista señala que este decomiso, junto con la detención de más de 5 mil personas en los primeros dos meses de gobierno, posiciona a Sheinbaum en un lugar estratégico para la negociación con Trump. Estas acciones marcan, según Loret, el fin de la política de “abrazos, no balazos” que caracterizó a la administración anterior. El gobierno actual busca ahora consolidarse como un aliado confiable para Estados Unidos en la lucha contra el crimen transnacional.
Trump, está provocando que Sheinbaum exhiba sin querer a AMLO. #Loret en @latinus_us: pic.twitter.com/zERM83nfR2
— Carlos Loret de Mola (@CarlosLoret) December 5, 2024
En este contexto, Omar García Harfuch, secretario de Seguridad, ha sido enviado a Sinaloa con la misión de reducir la violencia en el estado, lo que lo convierte, según Loret, en «el gobernador de facto» de la entidad. La medida recuerda a la estrategia aplicada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, cuando Alfredo Castillo fue enviado a Michoacán para enfrentar el dominio de los cárteles locales. Este movimiento sugiere un enfoque más directo del gobierno federal para recuperar el control en territorios clave.
Loret subraya que estas acciones también plantean desafíos políticos, especialmente para el gobernador Rubén Rocha de Sinaloa, cuya posición podría debilitarse, como ocurrió en su momento con Fausto Vallejo en Michoacán. Con este nuevo enfoque, Sheinbaum busca consolidar su administración no solo ante la opinión pública nacional, sino también frente a una relación bilateral que estará marcada por la mano dura de Trump.