El gobierno canadiense analiza posibles represalias comerciales contra Estados Unidos en caso de que el presidente electo Donald Trump cumpla su amenaza de imponer un arancel del 25% a los productos canadienses. Un alto funcionario, bajo anonimato, confirmó que ya se están evaluando qué bienes podrían ser objeto de estas medidas. Aunque aún no hay decisiones finales, esta estrategia busca proteger la economía canadiense ante las primeras acciones ejecutivas de Trump, quien vincula las medidas comerciales con temas migratorios y de narcotráfico.
No sería la primera vez que Canadá adopta una postura defensiva frente a las políticas arancelarias de Trump. En 2018, el país respondió con aranceles valorados en miles de millones de dólares tras los impuestos al acero y aluminio. Estas medidas no solo buscaban impactar económicamente, sino también políticamente, apuntando a bienes de estados clave como Wisconsin y Kentucky, representados por líderes republicanos. Productos como el yogurt y el whiskey fueron incluidos en la lista, reflejando la importancia estratégica de estas decisiones.
Trump dijo que si México no controla el tráfico de fentanilo hacia USA se le iban a imponer aranceles del 25%.
— Arturo Herrera (@RealArturoH) November 26, 2024
Recordemos que el comercio exterior representa el 66% del PIB para México y USA es nuestro mayor comprador. Sería un golpe devastador para todos en México.
Ahora la… pic.twitter.com/VPgXUyRUrd
Las justificaciones de Trump para imponer aranceles incluyen el supuesto flujo de migrantes y drogas desde Canadá y México. Sin embargo, los datos muestran una disparidad significativa: en el último año fiscal, las incautaciones de fentanilo en la frontera canadiense alcanzaron apenas 43 libras, frente a las más de 21,100 libras en la frontera con México. Asimismo, los arrestos en la frontera sur superaron ampliamente a los registrados en la canadiense, subrayando que Canadá no enfrenta los mismos desafíos migratorios.
Canadá es un socio comercial crucial para Estados Unidos, siendo el principal destino de exportación para 36 estados y abasteciendo la mayor parte del petróleo, electricidad, acero y aluminio importados por el vecino del sur. Los expertos advierten que un arancel del 25% podría encarecer productos esenciales y dificultar los objetivos energéticos de la administración Trump, como la reducción de costos en los recibos de electricidad. Este escenario también afectaría la seguridad energética de Estados Unidos, dada la dependencia de recursos clave provenientes de Canadá.
Mientras el primer ministro Justin Trudeau organiza reuniones con líderes provinciales para explorar soluciones bilaterales, México también evalúa su respuesta. La presidenta Claudia Sheinbaum no descartó la posibilidad de imponer aranceles a Estados Unidos si las políticas de Trump afectan negativamente a México. Esta situación resalta la necesidad de cooperación entre los tres países norteamericanos, especialmente en un contexto donde las decisiones comerciales pueden tener consecuencias económicas y políticas de largo alcance.