Max Verstappen ha demostrado una vez más su habilidad y determinación al coronarse tetracampeón de la Fórmula 1, a sus 27 años, en un escenario inesperado: el Gran Premio de Las Vegas 2024. A pesar de las numerosas fallas mecánicas en su RB20 durante esta temporada, el neerlandés alcanzó un logro histórico, consolidándose como uno de los grandes de la historia del automovilismo. Sin embargo, no fue él quien ganó la carrera, sino George Russell, quien logró un sólido primer lugar con Mercedes, mientras que Lewis Hamilton completó el podio en segundo, cerrando un 1-2 para la escudería alemana.
Este logro de Verstappen, en un fin de semana lleno de desafíos técnicos para Red Bull, marca un contraste con la realidad de la escudería austriaca en esta temporada. A pesar de su dominio en los campeonatos anteriores, el equipo ha enfrentado más problemas mecánicos que nunca, lo que ha complicado su defensa del título de constructores. En esta ocasión, McLaren estuvo muy cerca de arrebatarles el campeonato, aunque finalmente no lograron alcanzar a los de Milton Keynes.
La carrera de Las Vegas también fue una prueba de resiliencia para el equipo de Red Bull. Aunque Verstappen no alcanzó el podio (terminando en la quinta posición), su objetivo principal era asegurar el tetracampeonato, lo cual logró sin necesidad de arriesgar más en la pista. Además, la carrera fue una gran oportunidad para que Sergio «Checo» Pérez se redimiera tras una temporada llena de altibajos. El mexicano, partiendo desde la quincuagésima posición, logró una remontada impresionante, terminando en la décima plaza, aunque estuvo cerca de colarse en la novena posición.
El desempeño de Checo Pérez en Las Vegas fue una muestra de su experiencia y conocimiento en el manejo de los neumáticos. A pesar de que la mayoría de los pilotos optaron por los neumáticos medios, Pérez comenzó con duros, lo que le permitió maximizar el rendimiento de su coche y realizar una notable recuperación. Su estrategia le permitió adelantar a pilotos como Magnussen y Lawson en las últimas vueltas, destacando como uno de los mejores gestores de neumáticos del fin de semana.
El Gran Premio de Las Vegas no solo será recordado por el título de Verstappen, sino también por la moral que se llevó Pérez, quien demostró que, incluso en circunstancias adversas, sigue siendo una pieza clave para Red Bull.
Así, mientras Verstappen levantaba el trofeo de campeón, Pérez celebraba su notable remontada y desempeño en la pista, dejando claro que la batalla en la Fórmula 1 está lejos de terminar.