En 2024, el agujero de la capa de ozono fue más pequeño que en años anteriores, lo que ha llevado a los científicos de la NASA y de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) a proyectar que la capa de ozono podría recuperarse completamente para 2066.
Este año, la superficie del agujero de ozono alcanzó el séptimo lugar como la más pequeña desde la implementación del Protocolo de Montreal en 1992, un acuerdo internacional diseñado para eliminar gradualmente los productos químicos que dañan la capa de ozono.
Un mapa publicado por la NASA muestra el tamaño y la forma del agujero sobre el Polo Sur en su máxima expansión durante 2024. Las áreas más afectadas se destacan en rojo, lo que indica las zonas con mayor pérdida de ozono. El «agujero» se refiere a las zonas donde las concentraciones de ozono caen por debajo del umbral histórico de 220 unidades Dobson.
Según Paul Newman, líder del equipo de investigación sobre la capa de ozono de la NASA, «el agujero de ozono de la Antártida en 2024 es más pequeño que los observados a principios de la década de 2000». Además, destacó que «la mejora gradual que hemos visto en las últimas dos décadas demuestra que los esfuerzos internacionales para reducir los productos químicos destructivos están dando resultados positivos».
Este avance es el resultado de una disminución continua de los clorofluorocarbonos (CFC), compuestos nocivos presentes en aerosoles y refrigerantes, combinada con un inesperado aumento de ozono transportado desde el norte de la Antártida, según los especialistas.