Este martes, los estadounidenses se dirigen a las urnas para decidir quién liderará el país en los próximos cuatro años: Kamala Harris, la actual vicepresidenta y candidata demócrata, o Donald Trump, el expresidente y candidato republicano. La jornada marca el cierre de un proceso electoral históricamente convulso, con una campaña polarizada que ha mantenido al país en vilo hasta el último momento.
Aunque este es el día clave de la votación, alrededor de 78 millones de personas, un tercio del electorado estadounidense, ya han ejercido su derecho al voto a través de métodos anticipados como el voto por correo o presencial en las semanas previas. Este gran volumen de votantes anticipados hace que se espere un conteo de votos más largo y, posiblemente, un resultado incierto en algunas regiones.
Los centros de votación han comenzado a abrir sus puertas desde las primeras horas de la mañana y cerrarán entre las 19:00 y las 21:00 (hora local), lo que equivale a la madrugada del miércoles en España. Una vez cerradas las urnas, comenzarán las proyecciones y resultados, aunque podría pasar un tiempo hasta conocer al ganador definitivo si el escrutinio es ajustado.
El proceso electoral está marcado por una estrecha batalla entre Trump y Harris, quienes luchan por alcanzar los 270 votos electorales necesarios para ganar. El total de votos electorales en juego es de 538, y la victoria se decidirá en estados clave cuya definición será crucial para la elección. Entre ellos, se encuentran Georgia, Pensilvania, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan, Arizona y Nevada, los cuales se consideran decisivos para inclinar la balanza hacia uno u otro candidato.
Uno de los puntos de mayor atención es Nevada, donde se han registrado largas filas de votantes desde temprano. En el estadio Allegiant de Las Vegas, el centro de votación más grande del estado, cientos de personas han formado extensas colas para ejercer su voto. Este estadio, hogar del equipo de fútbol americano Las Vegas Raiders, es uno de los principales centros de votación en un estado clave que podría decidir el resultado de las elecciones.
Las elecciones de este año han sido especialmente intensas y polarizadas, con un clima de incertidumbre y tensiones sociales que marcan un momento crítico en la política estadounidense. Todos los ojos están puestos en las urnas y los resultados de estos siete estados, que finalmente definirán quién será el próximo presidente de Estados Unidos.