La Noche de Muertos en Michoacán es una experiencia que cobra vida y atrae a turistas de todas partes del mundo. Este 2024, las comunidades alrededor del lago de Pátzcuaro se han convertido en el epicentro de esta hermosa celebración, donde la tradición y el misticismo se entrelazan de manera única.
En el encantador pueblo de Tzurumútaro, uno de los panteones más impresionantes ha sido testigo de encuentros inolvidables. Turistas como Pedro, Ana, Raquel y Carlos, que vinieron desde España, compartieron su fascinación por el componente espiritual de la festividad, un aspecto que les resultó muy diferente al que están acostumbrados en su país, a pesar de haber visto la famosa película «Coco».
A lo largo de la celebración, los visitantes pueden ver cómo las familias se reúnen junto a las tumbas de sus seres queridos, creando un ambiente de alegría y nostalgia. Este espacio sagrado se convierte en un punto de encuentro donde se honra la memoria de quienes han partido, esperando con amor la llegada de sus almas.
En Arócutin, el sonido de las campanas resuena al caer la noche, marcando el momento en que las ánimas hacen su aparición. Los turistas pasan bajo un magnífico arco, levantado por una colaboración comunitaria, que simboliza su entrada al mundo de los difuntos. Este impresionante arco se encuentra en el atrio del templo de Nuestra Señora de la Natividad y es un testimonio del trabajo en equipo de entre 50 y 60 hombres.
Por otro lado, en Cuanajo y Santa Fe de la Laguna, la tradición de montar ofrendas en caballos de madera y la creación de altares familiares se vive con gran fervor. A partir de la noche del 1 de noviembre, las familias comienzan a traer ofrendas y a decorar sus hogares, creando un ambiente de calidez y respeto hacia sus seres queridos. Esta celebración mágica y ancestral convierte a Michoacán en «el alma de México», un lugar donde la Noche de Muertos se celebra con un profundo sentido de comunidad y amor. ¡Ven y vive la experiencia!