La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha otorgado el registro sanitario a un antiveneno destinado a tratar mordeduras de varias especies de serpientes. Este biológico es crucial para el tratamiento de envenenamientos que pueden resultar potencialmente mortales.
Las especies de víboras incluidas son las siguientes:
- Crotalus sp.: Cascabel, hocico de puerco, tziripa, saye, cascabel tropical, shunu y tzab-can entre otras.
- Bothrops sp.: Nauyaca, cuatro narices, barba amarilla, terciopelo, equis, mapana, jararacá, toboba, cola de hueso, víbora de árbol, víbora verde, nauyaca real, nauyaca del frío, nauyaca chatilla, palanca, palanca lora, palanca loca, víbora sorda, tepoch, cornezuelo, nescascuatl, torito y chac-can entre otras.
- Agkistrodon: Cantil, zolcuate, mocasín, cantil de agua, castellana, cumcoatl, metapli, puchucuate y volpoch, entre otras.
- Sistrurus: Cascabel de nueve placas.
Cada año, entre 4.5 y 5.4 millones de personas son mordidas por serpientes en todo el mundo, con aproximadamente dos millones de complicaciones graves y entre 81,000 y 138,000 muertes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En América, se registran alrededor de 57,500 casos anuales. La disponibilidad de antivenenos es fundamental para prevenir graves complicaciones como daños en tejidos, parálisis o muerte.
Además del antiveneno, Cofepris ha autorizado 132 nuevos dispositivos médicos, incluyendo herramientas diseñadas para mejorar la atención médica, como sistemas de estabilización espinal y kits de catéter venoso central. También se han aprobado 34 reactivos y kits de diagnóstico para la detección de diversas enfermedades, incluyendo virus del herpes y hepatitis C.
Entre los equipos médicos registrados se encuentran sistemas de asistencia cardiopulmonar y ventiladores para cuidados intensivos. Destaca un nuevo dispositivo de muñeca que detecta la fibrilación auricular, aprobado bajo la modalidad de software para dispositivos médicos.
Estas aprobaciones se realizaron tras rigurosos procesos de evaluación que garantizan la seguridad, calidad y eficacia de los insumos. Con estas medidas, se amplían las opciones terapéuticas y de diagnóstico en el país, mejorando la capacidad de respuesta ante emergencias médicas.