Los incendios que comenzaron el martes en la zona de Los Ángeles siguen sin control, afectando miles de hectáreas y obligando a la evacuación de más de 80,000 personas. A pesar de los esfuerzos de los bomberos, el Departamento de Bomberos ha informado que la contención de los incendios está al «cero por ciento». Los incendios, que han calcinado viviendas y vehículos, están siendo impulsados por fuertes vientos, lo que ha dificultado su control.
El gobernador de California, Gavin Newsom, reportó que cerca de 1,400 bomberos están trabajando intensamente en la extinción de las llamas, mientras que se han movilizado cientos más para hacer frente a lo que se ha descrito como «fuegos sin precedentes». Aunque no se han reportado víctimas mortales hasta el momento, el riesgo sigue siendo extremo y se espera que las condiciones empeoren.
El impacto en la infraestructura también ha sido significativo, ya que más de 220,000 clientes han quedado sin electricidad debido a los incendios. En respuesta a la emergencia, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ofreció apoyo federal para asistir a las áreas afectadas. Además, el gobernador Newsom ha declarado el estado de emergencia en California, con la intención de coordinar esfuerzos de ayuda y prevención.
Las autoridades advierten que los incendios continúan avanzando, por lo que se recomienda a la población seguir las instrucciones de evacuación y mantenerse alerta ante cualquier cambio en las condiciones.