El pasado miércoles, el vuelo 8432 de Azerbaijan Airlines, que viajaba de Bakú a Grozny, sufrió un trágico accidente cerca de Aktau, Kazajistán, dejando un saldo de 38 muertos y varios heridos. Las autoridades de Azerbaiyán han informado que el avión, un Embraer E190, fue alcanzado por un misil tierra-aire ruso, lanzado durante un intento de las fuerzas rusas de neutralizar drones sobrevolando la región de Grozny, en Chechenia.
En declaraciones exclusivas al canal Euronews, fuentes oficiales de Azerbaiyán confirmaron que el misil, disparado desde un sistema Pantsir-S, explotó cerca del avión, causando daños graves a su fuselaje e hiriendo a pasajeros y tripulación. El avión, que intentó un aterrizaje de emergencia, se desvió de su ruta inicial, solicitando aterrizar en aeropuertos rusos cercanos. Sin embargo, según las autoridades azeríes, sus peticiones fueron rechazadas y se les indicó que cruzaran el Mar Caspio hacia Kazajistán.
El gobierno de Bakú también ha señalado que los sistemas de navegación GPS del avión fueron bloqueados mientras sobrevolaba el Mar Caspio, lo que dificultó aún más la maniobra. A pesar de los esfuerzos por aterrizar, el avión terminó estrellándose en las afueras de Aktau, dejando una escena devastadora.
Khamzat Kadyrov, jefe del Consejo de Seguridad de Chechenia, confirmó que ese mismo día se realizaron ataques con drones en Grozny, pero aseguró que no hubo víctimas ni daños en tierra, sin hacer mención del accidente aéreo. Por su parte, fuentes rusas indicaron que sus sistemas de defensa aérea estaban activos para interceptar drones ucranianos en ese momento.
Si las acusaciones de Azerbaiyán se confirman, este sería el segundo incidente en una década en el que las fuerzas rusas derriban un avión comercial. El primer caso ocurrió en 2014, cuando el vuelo MH17 fue abatido sobre Ucrania, lo que provocó una condena internacional. Ante la gravedad de los hechos, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, ha ordenado una investigación criminal.
Por su parte, Rusia aún no ha emitido una respuesta oficial a las acusaciones, pero este incidente podría tensar aún más las relaciones entre ambos países. Los analistas advierten que, de confirmarse la versión de Azerbaiyán, las repercusiones diplomáticas podrían ser significativas. Kazajistán ha expresado su total cooperación en la investigación y ha extendido sus condolencias a las familias de las víctimas. Las cajas negras del avión ya están siendo analizadas para esclarecer las circunstancias del trágico suceso.