Un sindicato de empleados de la cadena de café Starbucks, Workers United, anunció que iniciará una huelga a partir del viernes en tres ciudades de Estados Unidos: Los Ángeles, Chicago y Seattle. La huelga podría extenderse si la empresa no accede a sus demandas.
El paro, que afectará inicialmente a las tiendas en estas ciudades, se produce tras la decisión de Amazon de llevar a cabo un paro en varias de sus instalaciones en la recta final de las compras navideñas. En su comunicado, Workers United exige mejores condiciones laborales y aumentos salariales, apuntando que Starbucks no ha cumplido con sus promesas de renegociar los contratos laborales de manera seria.
El sindicato explicó que, a pesar de varias conversaciones y «decenas de principios de acuerdo», la empresa solo ha presentado un paquete económico que no incluye nuevos aumentos salariales para los baristas sindicalizados, garantizando solo un incremento del 1.5% para los próximos años. «Nadie quiere ir a la huelga. Es el último recurso, pero Starbucks ha roto su promesa a miles de baristas y no nos ha dejado otra opción», comentó Fatemeh Alhadjaboodi, barista en Texas.
Por su parte, Starbucks respondió indicando que los delegados sindicales «pusieron fin prematuramente a las negociaciones esta semana» y que es «decepcionante que no hayan vuelto a la mesa», a pesar de los avances alcanzados hasta ahora. La empresa resaltó que ofrece un salario promedio competitivo de más de 18 dólares por hora, así como beneficios adicionales como cobertura sanitaria, baja familiar retribuida, subvenciones en acciones de la empresa y matrícula universitaria gratuita para los empleados. «Estamos dispuestos a seguir negociando para llegar a acuerdos. Necesitamos que el sindicato vuelva a la mesa», agregó Starbucks.
Esta huelga ocurre en un momento económico difícil para la empresa, que en 2024 experimentó una caída en sus ventas. Durante el trimestre de verano boreal, Starbucks reportó una caída de más del 3% en su facturación, que descendió a 9,000 millones de dólares, con una disminución del 7% en las ventas comparables a nivel global y una caída superior al 25% en sus ganancias netas.