La situación deportiva y administrativa del Club Querétaro se ha complicado aún más tras el fallo de la FIFA, que ha decidido imponer una sanción severa al equipo. A lo largo del actual torneo, los Gallos se han mantenido en la parte baja de la tabla con solo nueve puntos, sin opciones de clasificar a la Liguilla. Sin embargo, la crisis del club no solo es deportiva, sino también institucional, ya que ahora deberán afrontar una sanción que podría afectar seriamente su futuro.
La Federación Internacional de Fútbol Asociación ha determinado que Querétaro no podrá realizar contrataciones durante los próximos tres periodos de transferencia. Esta medida restrictiva fue tomada luego de que FIFA llevara a cabo una serie de inspecciones en el estadio Corregidora y en las instalaciones del club, donde se habrían detectado irregularidades graves tanto en su gestión administrativa como en el cumplimiento de normativas internacionales.
La sanción, que prohíbe al equipo renovar su plantilla o incorporar nuevos jugadores, representa un obstáculo significativo para la competitividad del club, que ya enfrenta un panorama deportivo complejo. La decisión no solo limita las posibilidades de mejora inmediata del equipo, sino que también pone en jaque los proyectos a largo plazo de la directiva, que tendrá que lidiar con esta situación sin el recurso de fichajes externos.
Con esta determinación de la FIFA, el futuro de los Gallos de Querétaro está en una encrucijada. La directiva y el cuerpo técnico tendrán que adaptarse a las nuevas circunstancias y encontrar soluciones internas para mejorar el rendimiento del equipo en un momento crítico. Aficionados y expertos del fútbol están a la expectativa de cómo manejará el club esta difícil etapa y si logrará sobreponerse a esta sanción histórica.