El debate sobre la reforma de «supremacía constitucional» ha tomado un giro significativo en México, con el ministro Javier Laynez Potisek advirtiendo que esta iniciativa, respaldada por Morena y sus aliados, representa un desafío no solo al Poder Judicial, sino también a los derechos de los ciudadanos.
Durante una entrevista con Ciro Gómez Leyva, Laynez explicó que la reforma, que se discutirá en la Cámara de Diputados, busca modificar los artículos 105 y 107 de la Constitución para limitar la capacidad de impugnación de reformas constitucionales. Según el ministro, esta medida podría resultar en la deslegitimación de las acciones judiciales que intentan cuestionar las reformas impulsadas por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Laynez subrayó que este conflicto trasciende la disputa entre el Ejecutivo y el Judicial, advirtiendo que el verdadero impacto es hacia los ciudadanos. Al restringir la capacidad de revisión judicial sobre las reformas, se plantea un grave riesgo para el equilibrio de poderes y la defensa de los derechos ciudadanos.
El proceso legislativo enfrenta resistencia, con la oposición forzando la postergación del debate, inicialmente programado para el domingo, debido a la tensión y desacuerdos en la Comisión de Puntos Constitucionales. Las discusiones sobre esta reforma reflejan no solo un conflicto político, sino una preocupación mayor sobre la protección de los derechos fundamentales y el respeto a la Constitución en México.
El futuro de esta reforma sigue siendo incierto, pero las implicaciones de su aprobación podrían tener un impacto duradero en el sistema democrático y en la relación entre el gobierno y la ciudadanía.