El pasado sábado, el pleno de la Cámara de Senadores de México se transformó en un salón de lotería, donde se llevó a cabo el sorteo de más de 700 cargos de jueces y magistrados. Este evento forma parte de la reforma al Poder Judicial aprobada el mes pasado y se anticipa que estos cargos serán sometidos a votación popular en junio de 2025.
Durante la sesión, los legisladores utilizaron una tómbola llena de bolas numeradas para seleccionar al azar los juzgados que participarán en una elección sin precedentes en el país. En total, alrededor de 1,600 puestos judiciales serán renovados mediante este método, un proceso que se espera finalizar en 2027.
Legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) y de Movimiento Ciudadano decidieron no asistir, argumentando que no pueden validar un proceso electoral que carece de un marco jurídico claro. Ambos grupos expresaron su desacuerdo con las reformas propuestas, señalando errores y contradicciones en su redacción, además de que carece de las garantías de transparencia, imparcialidad y equidad que brinde certeza a las y los participantes.
El senador Gerardo Fernández Noroña, quien lideró el sorteo, anunció que los cargos que se votarán el próximo año incluirán 350 magistrados de distrito y 361 jueces de distrito, además de posiciones vacantes por renuncias y jubilaciones. Se decidió dejar pendientes las plazas de 15 juezas que están embarazadas o en lactancia. La convocatoria para los interesados en estos cargos se abrirá el próximo martes.
Afuera del Senado, se registraron protestas por parte de jueces y trabajadores del Poder Judicial, quienes critican la nueva convocatoria por considerar que los requisitos son mínimos y que comprometen la independencia judicial. La Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito (Jufed) anunció el fin de un paro de labores que mantenía desde hace más de un mes, confirmando que sus miembros regresarán a sus funciones el próximo 16 de octubre.
El proceso electoral estará a cargo del Instituto Nacional Electoral (INE), generando un debate sobre la forma en que se democratiza el Poder Judicial en el país. Algunos críticos han señalado que este enfoque, que utiliza el azar como método de selección, refleja una infantilización de lo público y cuestionan la validez del mérito y la experiencia en el sistema judicial.
La tómbola podría considerarse el emblema ideal de este sistema. El azar, los caprichos y las decisiones aleatorias tomadas por el partido oficialista y sus aliados, reflejan una infantilización de lo público. No hay lugar para la lógica, el mérito resulta arbitrario y la experiencia carece de valor para este gobierno.
La justicia ahora es una tómbola. ¡Bienvenidos al nuevo sistema de justicia del bienestar! 🧑⚖️