Michelle Rivas / Yo Amo Morelia
En una reciente expedición al icónico pecio del Titanic, se ha revelado el avance inevitable del deterioro de la histórica nave, que se hundió en abril de 1912 tras chocar con un iceberg. La misión, organizada por RMS Titanic Inc., ha documentado la pérdida de una sección significativa de la barandilla de la proa, famosa por su aparición en la película de 1997 dirigida por James Cameron. Esta barandilla había sido uno de los elementos más reconocibles del transatlántico en la gran pantalla.
Utilizando robots submarinos, los exploradores descubrieron que una pieza de la baranda de 4,5 metros de longitud, ubicada en el lado de babor, se ha desprendido y ahora yace en el fondo del océano. Esta barandilla había permanecido intacta hasta la última expedición realizada en 2010.
Además de este significativo hallazgo, la expedición recuperó varios objetos del entorno del barco, entre ellos una estatua de bronce de la diosa romana Diana cazadora, que adornaba los comedores de primera clase del Titanic. Esta estatua había sido fotografiada por última vez en 1986. La recuperación de estos artefactos ofrece una visión valiosa del esplendor original del transatlántico y su opulenta vida a bordo.
RMS Titanic Inc. ha señalado que, aunque la desintegración del Titanic es un proceso inevitable, los esfuerzos para documentar y preservar lo que queda del barco continúan con mayor urgencia. Las imágenes y datos obtenidos en esta expedición proporcionan una visión más detallada del estado actual del Titanic y sus alrededores, con el objetivo de registrar y conservar lo máximo posible antes de que el deterioro acabe por hacer desaparecer estos vestigios históricos.
La preservación del Titanic, un símbolo de la tragedia y la grandeza marítima, sigue siendo una prioridad para los investigadores y entusiastas del patrimonio histórico, quienes esperan que sus esfuerzos permitan mantener viva la memoria de esta legendaria embarcación.